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En el campo de King Jellyjam se pueden practicar todos los deportes. Aunque eso le importa poco a Wendy, que no es un as como su hermano Elliot. Pero sabe que un partido de béisbol puede resultar muy divertido. Al fin y al cabo es solo un juego. Aunque a Wendy le inquieta que los asesores parecen demasiado obsesionados con ganar y que el suelo retumbe cada noche.
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